Más vale prevenir…

Más vale prevenir…

El miércoles, tuve la oportunidad de hablar tanto en la cadena COPE en el programa de Santi Ruíz de Azua como en la ETB2 en el programa de Klaudia Landa, sobre el modelo Islandés de prevención de consumo de drogas en adolescentes.

Bilbao invitó en su Jornada de Prevención de Adicciones presentado por Urkullo, a Jón Sigfússon, Director del Centro Islandés para la Investigación y el Análisis Social y uno de los precursores de éste programa preventivo (Youth in Icelan) que tanto éxito está teniendo en ésta isla plantada en mitad del océano Atlántico.

Su éxito radica en un concienzudo estudio sobre el estrés que sufren los jóvenes adolescentes hoy en día a veces necesitados de estímulos que satisfagan su curiosidad, evitación de responsabilidades, necesidad de experimentar, pero, sobre todo, de paliar el malestar que les genera sentirse en ocasiones, perdidos, sin pertenencia a ningún grupo y con carencias afectivas y de crianza por la falta de tiempo de sus progenitores… La isla, se encontrará en un lugar remoto, pero los jóvenes que la habitan, se parecen muchos a los nuestros en lo que os cuento… ¿o no?

Los profesionales responsables de éste modelo preventivo, se han afanado en reunir información sobre los hábitos de los jóvenes islandeses mediante encuestas anuales que los centros escolares les proporcionaban a cada uno de ellos para saber qué tipo de vida llevan, si consumen drogas, que tipo de sustancias, con qué asiduidad, qué tipo de actividades realizan…etc. Año a año, fueron conociendo a estos jóvenes que han pasado en 20 años de ser los más bebedores a los más saludables.

Para ello, se enfatizó en la necesidad de que los jóvenes recibiesen terapia, para trabajar su autoestima, asertividad, autonomía, resolución de conflictos, inquietudes existenciales sobre qué quieren o qué quieren ser. Ésta terapia, no era planteada como tal, para que no surgiera el rechazo por parte de los jóvenes, sino que, la educación en valores y enriquecimiento de la vida de estos chavales con planes alternativos donde la droga no tiene cabida, se ha hecho a través de potenciar los hábitos de vida saludables como el deporte, la música, baile, arte… etc. Insuflando de financiación y subvenciones éstas actividades para que todo el que quiera pueda formar parte de ellas, incluso ayudando económicamente a las familias más desfavorecidas para que sus hijos también tengan la oportunidad de asistir a dichas actividades de ocio e interacción social. Éste modelo, también se dirige a los padres, que reciben entre 6 y 8 sesiones de terapia gratuitas donde se les ayuda en la implantación de los buenos hábitos y a predicar con el ejemplo, claro. Les instan a pasar tiempo de calidad con sus hijos/as y a compartir actividades como cine, teatro, escapadas o excursiones…

Para algunos éste programa se acompañada de rígidas normas dirigidas a los jóvenes, como son: el toque de queda para los chavales de entre 13 y 16 años (a las 10 en casa en invierno y a las 12 en verano), penalización de la venta de tabaco a los menores de 18 y prohibido el consumo de alcohol hasta los 20 años entre otras y en ambos medios de comunicación se cuestionaban si éste modelo podría implantarse en Euskal Herria…

Pues claro, pero, para ello, primero tenemos que olvidarnos de la creencia de que el consumo de alcohol, tóxico por el cual, generalmente se empiezan consumiendo otros, no es una necesidad ni tiene cabida en todos los escenarios de nuestra vida, sobre todo en las actividades que conciernen a nuestros hijos menores. La enfermedad de adicción, la adquieres si consumes drogas, el alcohol es la peor, es legal, y su aceptabilidad social no casa con su peligrosidad, no olvidemos que es la droga que más muertes ocasiona al año.

Nadie sabe si puede desarrollar o no la enfermedad de adicción, traspasas una línea imaginaria que no puedes anticipar, pero sí prevenir. La adicción no reconoce edad, sexo, condición social, religión o cultura, todos los consumidores de alguna sustancia psicoactiva legal o ilegal y a un hábito como el juego, las compras o el sexo, están expuestos a desarrollar la enfermedad, que es crónica y mortal. Que todo el mundo no vaya a desarrollar la adicción, no quiere decir que no tengamos que pensar en los que sí lo harán, porque, podemos ser uno de ellos. La conciencia social es fundamental.

Cuanto más tarde se comienza a consumir drogas, menos probabilidades tienes de desarrollar la adicción, pero, si se comienza a consumir en la adolescencia, abrimos la puerta a la adicción y a otras patologías relaciones con los trastornos de personalidad (esquizofrenia, psicosis…etc.) además de las enfermedades biológicas (hepatitis, insuficiencia respiratoria, ictus…).

Por lo tanto, ¿qué hay de malo en proponer a los jóvenes alternativas de ocio que les alejen de la necesidad de consumir para probar?. Por probar, SI puede pasar algo grave. ¿Acaso les estamos privando de alguna necesidad básica a los jóvenes en su adolescencia? ¿No es más lógico que comiencen a consumir, alcohol por ejemplo, si así lo deciden, cuanto más tarde mejor? ¿Qué aporta una borrachera o coma etílico a un chaval de 13 años? En todo caso, pone en riesgo su vida y como poco le mata neuronas y la anécdota no es divertida, porque da pena. ¿Todas las fiestas tienen que celebrarse bebiendo alcohol?.

A veces parece que algunos padres o madres se sienten amenazados con éstas medidas porque significaría cambiar ciertos hábitos a los que no están dispuestos a renunciar.

Una fiesta del Colegio, o una extraescolar parece ser que resultan más llevaderas, si nos tomamos algo que contenga alcohol, que el día ha sido muy estresante y se necesita bajar la ansiedad… Pero, acuérdate de que luego coges el coche para llevar a tu hijo/a a casa. Al final, lo que le muestras a tu hijo/a de tus hábitos de ocio es que se acompañan con alcohol, (cervecita, vinito o copazo, da igual), y ellos/as nos observan, aprenden e imitan, somos el espejo en el que se miran y donde se quiere reconocer, por lo tanto, no queramos después decirles que las drogas son malas porque no se lo creen, piensan que tú no las consumirías si lo fueran. Ser padres es una gran responsabilidad que conlleva grandes dosis de amor, cambio de prioridades y sentido común. El tiempo que dedicamos a nuestros hijos, ha de ser de calidad, esos momentos no vuelven y en ellos debemos educar a nuestros hijos/as para la vida, es el trabajo más importante que haremos jamás y también el más satisfactorio. Hagámoslo único.

#noteconsumas

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