una de las adicciones más peligrosas por actuar en el cerebro
La adicción a la cocaína es una de las más peligrosas y destructivas que existen ya que es altamente adictiva y actúa directamente en el cerebro, alterando la forma en que las células nerviosas se comunican entre sí.
Además, el consumo recurrente de cocaína conduce a cambios permanentes en el cerebro que hacen que necesites cada vez más cantidad de droga para sentir sus efectos, e implica que suele ser una adicción muy difícil de superar.
Graves consecuencias tanto individuales como sociales
La cocaína afecta a prácticamente a todo tu cuerpo: corazón, pulmones, sistema nervioso, los riñones, hígado, etc. y su consumo causa problemas graves de salud como son enfermedades cardiovasculares, trastornos del sueño, ansiedad y depresión, problemas renales y hepáticos, y un mayor riesgo de accidentes cerebrovasculares y ataques cardíacos.
La adicción a la cocaína también suele tener graves consecuencias sociales como la pérdida del trabajo, las relaciones personales y la situación financiera. Además, es muy normal que los adictos pierdan la capacidad de cuidar de sí mismos, lo que en muchas ocasiones conlleva la pérdida de la vivienda y a no recibir la atención médica adecuada y necesaria.
No estás solo
En Virtuss, somos conscientes de que la adicción a la cocaína es una enfermedad compleja y que cada persona es única en su proceso de recuperación. Por eso ofrecemos tratamientos personalizados que se adaptan a las necesidades individuales de cada paciente, incluyendo terapias de grupo, terapias individuales, terapias familiares y terapias complementarias.
Nuestro equipo de profesionales, altamente cualificados y con amplia experiencia en el tratamiento de adicciones, está a tu disposición para ayudarte a superar esta difícil situación a la que si no pones remedio pronto continuará agravándose. Te ayudaremos a recuperar el control de tu vida y a alcanzar una vida plena libre de adicciones.
Ponte en contacto con nosotros y juntos trabajaremos para que puedas superar esta etapa difícil de tu vida porque la recuperación es posible.
Signos de
adicción a la cocaína
Dejar la cocaína no es la prioridad de muchos consumidores. Pero el consumo de cocaína puede desencadenar en paranoia. Fumar cocaína en crack puede producir una conducta paranoide particularmente agresiva en los adictos. Finalmente el toxicómano se vuelve paranoico, desconfía de todo el mundo, y lo demuestra siendo violento con las personas que le rodean. En este punto abandonar el consumo de cocaína no es fácil, pero con la ayuda y el apoyo necesario se puede conseguir.
Cuando una persona es adicta a la cocaína, a menudo se deprime. Los efectos placenteros de la droga duran muy poco en el cuerpo. Y cuando desaparecen en cuestión de minutos lo hacen de golpe. El adicto cae en una profunda depresión, siente un gran cansancio y falta de energía, incapacidad para concentrarse, y un malestar en todo el cuerpo similar al de una gripe. Esto también puede llevar a aumentar aún más el consumo de cocaína para intentar aliviar la depresión y otros efectos psicológicos, lo que hace difícil abandonar su consumo pero no imposible. Dejar la cocaína es posible y frecuente con ayuda profesional.
Los efectos psicológicos de la cocaína incluyen también el cambio en la forma en que una persona maneja las relaciones interpersonales. Cuando se desarrolla la dependencia psicológica, el adicto tiende a convertir la droga en el centro de sus pensamientos. De ese modo, la mente se centra únicamente en buscar los mejores medios para conseguir la siguiente dosis de cocaína. Dejar la cocaína se le antoja imposible. Es una alteración mental física, y el adicto no puede dejar de pensar en ello debido al altísimo nivel de adicción de la cocaína y sus efectos psicológicos.
Ansiedad, alucinaciones y depresión son comunes y se alternan entre los adictos a la cocaína. Por desgracia esto da lugar con el tiempo a que los trastornos graves del sueño y de la alimentación también afectan al adicto. Por consiguiente, los efectos psicológicos de la cocaína en el cerebro alteran la capacidad para conciliar el sueño y la regulación del apetito.
Finalmente la irritabilidad, el desasosiego y la ansiedad aumentan y empiezan los ataques de paranoia. Esto puede dar lugar a una psicosis paranoica total, en la que el adicto pierde todo el contacto con la realidad y tiene de alucinaciones auditivas. Es, por lo tanto es el peor de los efectos psicológicos que tiene la cocaína y le hace oír voces amenazadoras o que le sugieren estar en peligro por culpa de quienes le rodean o quienes le intentan ayudar a desintoxicarse.
El tratamiento de un adicto a la cocaína debe incluir una evaluación psicológica continua mientras dure. Por ese motivo se asegura que el tratamiento en el centro de rehabilitación se adapte en todo momento a las necesidades psicológicas del adicto para que pueda dejar el consumo de cocaína completamente. Pero depende del daño causado por la cocaína, efectos psicológicos, y atención que necesite el adicto, el terapeuta debe pedir las modificaciones según sea necesario. Por esa razón, un paciente puede requerir diferentes combinaciones de servicios y actividades durante el curso del tratamiento y la recuperación.