El refugio de
las nuevas tecnologías
La adicción a las nuevas tecnologías está en pleno auge por la democratización y el uso desde edades muy tempranas de elementos como el móvil, los videojuegos, el ordenador, Internet, chats online, etc.
Sin embargo, las tecnologías no son en sí mismas las causantes. La adicción a las nuevas tecnologías se da, principalmente, entre los jóvenes que han crecido en un ambiente familiar poco propicio para su desarrollo o falto de un adecuado nivel comunicativo. Suelen poseer una baja autoestima y tienden a huir de un mundo adulto que les resulta hostil, refugiándose en las nuevas tecnologías.
Del placer a la ansiedad y el descontrol
Las conductas repetitivas de estos adictos les proporcionan placer en un principio, pero con el tiempo no pueden controlarlas. Al igual que en otras adicciones, el sujeto termina realizando estas conductas no solo por la búsqueda de gratificación, sino para reducir su nivel de ansiedad.
Es importante detectar cuando la adicción se ha convertido en un problema. Los síntomas a tener en cuenta incluyen la priorización de la actividad adictiva por encima de todo lo demás, el aislamiento del resto de la familia, el agravamiento del mal humor y la tendencia a discutir fácilmente, la utilización de la mentira para justificar o tapar algunas de sus conductas, y la falta de reconocimiento de que tiene un problema.
No tienes
que hacerlo solo
En Virtuss conocemos perfectamente los efectos negativos de esta adicción y ofrecemos un tratamiento a medida para ayudarte a superarla. Si tú o un hijo tuyo tiene este problema, contáctanos lo antes posible para que pueda volver a recuperar las riendas de su vida.
Síntomas
La actividad de la que sospechamos pasa a ser el centro prioritario para la persona. Todo lo demás pasa a un segundo término, incluso actividades que antes eran placenteras como salir con los amigos.
Se confirma un aislamiento del resto de la familia. La persona pasa horas encerrada en su habitación y le cuesta respetar incluso los horarios de comida o sueño.
La persona se vuelve huraña e irascible. Discute fácilmente y no atiende a razones.
Se utiliza la mentira para justificar o tapar algunas de sus conductas. En casos extremos, puede haber conductas de hurto para conseguir dinero en el caso que lo necesite para seguir con su adicción.
No reconoce que tiene un problema. No quiere hablar de ello.
¿Cuándo es un problema?
Cuando la actividad de la que sospechamos pasa a ser el centro prioritario para la persona. Todo lo demás pasa a segundo término, incluso actividades que antes eran placenteras como salir con los amigos.
Si se confirma un aislamiento del resto de la familia. Se pasa horas encerrado en su habitación y le cuesta respetar incluso los horarios de comida o sueño.
Se vuelve huraño e irascible. Discute fácilmente y no atiende a razones.
Se utiliza la mentira para justificar o tapar algunas de sus conductas. En casos extremos puede haber conductas de hurto para conseguir dinero en el caso que lo necesite para seguir con su adicción. No reconoce que tenga un problema. No quiere hablar de ello.