No es un vicio,
es una enfermedad
La adicción al juego, también conocida como ludopatía, es una enfermedad crónica que puede tener graves consecuencias para la salud física y mental de la persona que la padece. Es importante destacar que la ludopatía no es un simple vicio, sino una enfermedad crónica que necesita tratamiento.
Se caracteriza por la práctica compulsiva en juegos de azar, que puede llegar a interferir en tu vida diaria: cambia el estado de ánimo, aumenta la irritabilidad y el mal humor, se reduce la tolerancia, hay una preocupación intensa, ansiedad e insomnio… Estos son algunos de los síntomas que pueden indicar que estás sufriendo ludopatía.
Los problemas añadidos de la ludopatía
Y tiene dos problemas añadidos, con frecuencia el ludópata necesita jugar cada vez con cantidades más grandes de dinero para conseguir la emoción que busca, y siente la necesidad de intentar recuperar las pérdidas, que es un círculo vicioso que puede llevar a cometer actos ilegales como falsificación, fraude, robo o abuso de confianza para financiar su juego.
En muchos casos, además, la adicción al juego conlleva la pérdida de relaciones personales, del trabajo, de la pareja…
No tienes
que hacerlo solo
En Virtuss estamos especializados en ayudar a las personas que sufren de adicción al juego. Ofrecemos un entorno ideal para la recuperación y la rehabilitación, y te damos nuevas expectativas de vida a través de un tratamiento personalizado, con terapias individuales y grupales, apoyo emocional y herramientas para superar esta adicción.
Si estás sufriendo la ludopatía, no dudes en ponerte en contacto con nosotros hoy mismo, te ayudaremos a recuperar las riendas de tu vida y a dejar atrás tu adicción al juego.
Criterios para saber
si es ludópata
En primer lugar, la preocupación por el juego (ej., preocupación por revivir experiencias pasadas de juego, compensar ventajas entre competidores o pensar otras formas de conseguir dinero con el que jugar).
También está la necesidad de jugar con cantidades crecientes de dinero para conseguir el grado de excitación deseado.
Fracaso repetido de los esfuerzos para controlar, interrumpir o detener el juego.
Inquietud o irritabilidad cuando intenta interrumpir o detener el juego.
El juego se utiliza como estrategia para escapar de los problemas o para aliviar la disforia (p.ej., sentimientos de desesperanza, culpa, ansiedad, depresión).
Después de perder dinero en el juego, se vuelve otro día para intentar recuperarlo (tratando de ‘cazar’ las propias pérdidas).
Engañar a los miembros de la familia, terapeutas u otras personas para ocultar el grado de implicación con el juego.
Cometer actos ilegales, como falsificación, fraude, robo o abuso de confianza para financiar el juego.
Se han arriesgado o perdido relaciones interpersonales significativas, trabajo, pareja y oportunidades educativas o profesionales debido al juego.
Confíar en que los demás proporcionen dinero que alivie la desesperada situación financiera causada por el juego.