Su comprensión y apoyo son cruciales para el éxito de la rehabilitación
La familia y el entorno personal son muy importantes en el proceso de recuperación de un adicto. Su comprensión y apoyo son cruciales para el éxito de la rehabilitación, tanto durante el tiempo en el centro como después de salir.
Las terapias en familia, pareja y las visitas individuales con terapeutas involucran a la familia en el programa terapéutico y os permiten participar activamente en el proceso.
Vivir con un adicto puede ser difícil e incluso abrumador. Sin embargo, es importante tener en cuenta que la familia y la pareja de un adicto también son afectadas por la adicción y pueden desarrollar síntomas de disfunción.
¿Has oído hablar de la coadicción o codependencia?
Se refiere a la tendencia a tener patrones de pensamiento y comportamiento disfuncionales en respuesta a una relación tóxica con un adicto. Esto puede suceder no solo a familiares y parejas, sino a cualquier persona en contacto con una adicto, incluyendo amigos y compañeros. Además, otras enfermedades como la esquizofrenia, la violencia, el maltrato y las neurosis también pueden causar codependencia.
Por eso no solo ayudamos a los adictos, ayudamos también a sus familias y lo hacemos principalmente a través de “La Intervención Familiar”. Porque no os vamos a dejar solos, os vamos a acompañar y a ayudar para que seáis parte importante de la recuperación de vuestro ser querido y, si lo necesitáis, os ayudemos a recuperaros también a vosotros.
La Intervención Familiar.
La clave para ayudar a los adictos
La familia juega un papel vital en el tratamiento de la adicción. La Intervención Familiar es un proceso crucial para iniciar y mantener el tratamiento del adicto, y para involucrar a la familia, pareja y amigos en el proceso de recuperación.
La Intervención Familiar asegura que la familia se sienta escuchada y apoyada en el proceso. Más que hablar del problema, se busca intervenir y resolverlo. La intervención se enfoca en cada miembro de la familia como parte del problema y parte de la solución.
Desde un enfoque sistémico, la Intervención Familiar considera a la familia como un sistema en el que cada miembro influye y es influenciado por el comportamiento de los demás.
Familias desestructuradas
o con crisis
Cuando la familia está en crisis o la adicción es resultado de conflictos familiares, es más fácil concienciar a la familia sobre la importancia de buscar ayuda. Pero cuando el problema surge en familias sin conflictos, es importante trabajar en la disposición a recibir tratamiento para definir y resolver el problema en lugar de ocultarlo o minimizarlo.
La familia no es
la última en enterarse
Aunque a veces se dice que la familia es la última en enterarse, en realidad, el entorno del adicto suele percibir el problema antes que él mismo. La familia o el entorno del adicto puede buscar información o llevar al adicto a recibir tratamiento sin que él mismo lo sepa. Redefinir el problema para incluir no solo los consumos, sino también las dificultades en las relaciones familiares y los problemas que causan, permite iniciar el tratamiento.
Familia, una fuente de ayuda
o de dificultades
La adicción puede afectar a toda la familia, incluso si no están directamente involucrados en su origen. Cuando la situación se vuelve evidente, es importante buscar ayuda profesional para apoyar a la familia y superar el dolor juntos. A veces, los esfuerzos de la familia para ayudar pueden no ser efectivos y, de hecho, pueden empeorar la situación. Al incluir a la familia en el tratamiento, podemos trabajar juntos para encontrar estrategias efectivas y superar la adicción.
Seguimiento Familiar: la clave
para el éxito del tratamiento
Un buen seguimiento por parte de la familia es fundamental para garantizar la continuidad del tratamiento del adicto y su éxito a largo plazo.